5 cosas que aprendí después de renunciar a mi trabajo.
- edialexmarley
- Aug 21, 2021
- 3 min read
Updated: May 10
En noviembre de 2020 salí de mi oficina hacia lo desconocido. Renuncié a mi trabajo sin un plan concreto sobre lo que haría después. Vacié mi apartamento, doné o vendí todas mis cosas y me mudé a una montaña (posteriormente a una isla).

Hasta ahora, todo bien! Este nuevo año oficialmente estoy trabajando en lo que amo y comencé un proyecto de la mano de una gran amiga, enseñando, conectando con personas y ayudando a muchos a retomar el control en su vida y su bienestar físico, emocional y espiritual.
He tenido mucho tiempo de estudiar cosas nuevas, viajar y conectar con mi energía y me siento genial. Todo fluye y estoy inmensamente agradecida pero sobre todo en paz. Así que esto es lo que he aprendido hasta ahora:
1. La vida después de renunciar no es tan aterradora como parece.
Una vez tomas la decisión de dejar tu salario atrás te enfocas en otras posibilidades y descubres nuevas habilidades y potencial para realizar otras cosas. Te das cuenta de que la seguridad que provee un trabajo "estable" es meramente una ilusión y que tu tiempo es el recurso más valioso.
2. Aférrate a tu instinto.
Creía que había tomado mi decisión con mucha seguridad pero en momentos me encontré llena de dudas, cuestionando y con mucha incertidumbre. Cada vez tuve que reafirmar mi elección y al observar a otros que siguen infelices trabajando en un lugar que aborrecen, volvía más fuerte y determinada a hacer que mis planes y proyectos funcionen sin importar la magnitud del sacrificio porque no quería volver a un escritorio triste y estéril.
3. Puedes vivir con menos de lo que crees.
Con un ingreso fijo en mi cuenta bancaria estaba gastando en cosas que no necesitaba, pagando taxis a distancias cortas, y comiendo en lugares donde la calidad de la comida no equivale a lo que pagaba por ella. Al no contar con un salario te obligas a ser mucho más cuidadoso con tus gastos y a enfocarte en lo que es realmente necesario. Aprendes a invertir tu dinero en experiencias y no en cosas, planificar y organizar con mayor consciencia.
4. Las oportunidades surgen de donde menos lo esperas.
Durante mis viajes he conocido personas maravillosas y muy interesantes. He tocado muchas puertas solo por el simple hecho de darme a conocer y las oportunidades han fluido de donde menos me imaginé. Tienes que exponerte sin miedo, pues solo hablando y conectando con las personas pueden llegar a fluir ideas, proyectos y grandes oportunidades que te ayudarán a emprender nuevos caminos o a elevar el que ya te encuentras recorriendo.
5. No todos los que vagan están perdidos.
La vida no tiene que ser sobre conseguir el trabajo, la persona ideal, tener hijos.... a pesar de que emprendí un viaje sin rumbo específico mientras observaba a las personas a mi alrededor haciendo lo contrario (buscando estabilidad, etc) no sentí ninguna presión por hacer lo mismo, por el contrario creo que no hay nada de malo en explorar nuevos caminos, conocer nuevas personas y vivir en ciudades diferentes, viajando por el mundo.
Creo que la vida es un viaje interminable hacia el descubrimiento y aprendizaje continuo y vaya que se pone interesante cada día así que ¿Por qué no vivimos descubriendo y explorando? Quizá las respuestas que buscamos residan en el hecho de vivir nuevas experiencias que nos obliguen a formular nuevas preguntas.... Luz. Mona. No te pierdas nada. Suscríbete a mi canal de youtube para que sigas esta aventura.
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